La gestión de riesgos (también llamada administración de riesgos) según la NTC-ISO 31000:2018 son aquellas “actividades coordinadas para dirigir y controlar una organización con respecto al riesgo”.
Según el Estándar Australiano y Neozelandés AS/NZS 4360:1999 la administración de riesgos es “la cultura, procesos y estructuras que están dirigidas hacia la administración efectiva de oportunidades potenciales y efectos adversos”.
La norma ISO 31000 delimita la gestión de riesgos hacia las actividad, el estándar AS/NZS va un poco más allá de la primera definición y establece la gestión de riesgo como una cultura, una identidad administrativa y social en la cual las empresas deben identificar tanto oportunidades potenciales como efectos adversos generados por la actividad misional de la empresa.
Ruby Mejía define la administración de riesgos como “El conjunto de acciones llevadas a cabo en forma estructurada e integral, que permite a las organizaciones identificar y evaluar los riesgos que pueden afectar el cumplimiento de sus objetivos, con el fin de emprender en forma efectiva las medidas necesarias para responder ante ellos”.
Además de la cultura, estructura organizacional y actividades coordinadas para administrar el riesgo en una empresa. También se entiende por gestión de riesgos el proceso mediante el cual se identifican, analizan, evalúan, tratan y monitorean los riesgos generados inherentemente.
La gestión del riesgo se basa en sus principios, su marco de referencia y el proceso. Cada componente se deben llevar en la organización para adaptarlos y mejorarlos para que sea eficaz, eficiente y coherente.
La gestión de riesgos mejora el desempeño y contribuye con el logro de los objetivos organizacionales. Asimismo, permite a las empresas administrar y medir sus niveles de exposición al riesgo, minimizar pérdidas ante hechos que son predecibles en cuanto a su probabilidad, evitar riesgos extremos que afecten la continuidad del negocio y tomar las medidas adecuadas para mantener monitoreadas las causas de los riesgos y hacer que su probabilidad de ocurrencia sea.
Los beneficios de administrar los riesgos en la empresas son múltiples, se incrementa la productividad al reducirse los siniestros, hay una disminución drástica de la incertidumbre respecto a los riesgos inherentes al negocio, las causas y consecuencias que acarrean su materialización.
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Bibliografía:
International Organization for Standardization. (2018). ISO 31000:2018: Gestión del riesgo – Principios y directrices. Ginebra: ISO.
Standards Australia & Standards New Zelanda. (1999). Administración de riesgos AS/NZS 4360:1999. Australia.
Mejía, R. (2006). Administración de riesgos: un enfoque empresarial. Medellín, Colombia: Fondo Editorial Universidad EAFIT.
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